La historia del arte, ha dejado sobradamente demostrado, lo dificultoso que resulta evaluar una obra. Muchas veces el juicio responde a “modas”, campañas de marketing  y otros recursos que con el paso del tiempo van surgiendo, como para convencer al observador qué vale y qué no. Demás está decir que la valoración es absolutamente subjetiva, dependiendo esta de diversos factores como los culturales, tiempo, espacio... Pero se intentará reconocer las obras más destacadas según la calificación de un prestigioso jurado compuesto por profesionales de Argentina e Italia.

     El arte, es una necesidad de  expresión inherente al hombre, que camina un paso más adelante porque no tiene el límite de la realidad. Su más valioso recurso es la natural capacidad de fantasear, sin la necesidad de elementos o sustancias extrañas. Una bienal de arte, debe convocar los más valiosos artistas a mostrar sus expresiones manifestadas con total libertad, en un marco ético y sin la asistencia de recursos violentos. Pues en una convocatoria de este nivel, se espera que los artistas desplieguen su creatividad en el más alto vuelo y provoquen en el observador un cambio que le permita descubrir en sí mismo, otra vuelta de su propio espiral.

     Esta reseña le adjudica al artista, la invitación a hurgar en lo más profundo del espectador, sobre la importancia del sistema nervioso humano, el poder del razonamiento que el homo sapiens ha llegado a un nivel de desarrollo casi imprevisto,  que hoy convierte la ficción de un pasado reciente, en realidad.  Controversialmente enfrenta uno de los más graves problemas, la vida humana se prolonga en el tiempo, pero el deterioro de su raciocinio parece todavía inevitable.